La originalidad

      Es la marca característica que el autor le impone tanto al contenido como a la forma de su obra. Es la capacidad de pensar en posibilidades únicas o poco frecuentes. Es el grado de rareza, novedad o singularidad de las ideas. Un producto es original cuando es poco común, cuando es diferente a los que otras personas tienen que elaborar, es un producto no predecible que tiende a generar sorpresas en el observador, por cuanto rompe la cadena lógica de lo que se espera.
Esta capacidad se determina mediante tres criterios:

Según la rareza de la respuesta: en esta sentido es original una respuesta cuya frecuencia estadística es baja. Este criterio es objetivo puesto que deriva de una relación cuantitativa.

Según el grado de ingenio de las respuestas: se refiere a las asociaciones establecidas entre el estimulo verbal y las respuestas son insólitas, inesperadas o remotas, en donde juega un papel relevante la imaginación creadora. En el test se solicita la enumeración de consecuencias que pudieran producirse si se dan ciertas condiciones hipotéticas.

Según la calidad o pertinencia: expresa el grado de refinamiento, impacto, humor, sugestividad o simplemente adecuación perfecta de una respuesta al estímulo correspondiente. Estos dos últimos criterios son subjetivos debido a que se miden en ellos un componente cualitativo que debe ser apreciado por los evaluadores.   

La productividad o fluidez

      Es la capacidad de pensar en una gran cantidad de ideas o posibles soluciones a un problema y utilizar cada paso como una nueva posición desde la cual evaluar el problema y seguir adelante manejando posibilidades y opciones. Un área de expresión es la fluidez verbal, la cual se refiere a la cantidad de respuestas que somos capaces de dar a solicitudes como “hacer una lista de cosas sólidas, blancas comestibles” o “hallar sinónimos de las palabras hogar o incertidumbre.

      Esta se expresa a través de los siguientes factores:
Fluidez de palabras: se refiere a la formación de palabras a partir de una o varias letras. Ejemplo formar palabras que comiencen por “no”, que finalicen en “aca”, o que contengan las letras “a, s, r”, manteniendo ese orden.
Fluidez ideacional: se basa en enumerar objetos, o usos específicos de los mismos que cumplan con ciertas condiciones. Ejemplo posibles usos del ladrillo; objetos blancos, redondos y comestibles.

Fluidez asociacional: hace referencia a la relación que guarda la respuesta por analogía o por oposición evocada por un material. Ejemplo uso de sinónimos o de antónimos.

Fluidez expresiva: expresa la capacidad de construir frases u oraciones de cuatro palabras. Ejemplo dando las iniciales de las palabras, intercalar palabras en oraciones organizadas, conservando el sentido de las mismas.

      Los test que miden fluidez solicitan el mayor número de respuestas en un tiempo determinado. En ese sentido, importa la cantidad de respuestas de acuerdo a las condiciones preestablecidas y no la calidad de las mismas. De igual modo, el desarrollo de esta capacidad requiere de la activación del proceso de la memoria, dicho en otras palabras, de la capacidad de movilizar en un instante información conocida, anticipadamente recopilada.

La elaboración

      El criterio de la elaboración pretende reflejar todo hasta el más mínimo detalle con precisión meticulosa. La elaboración o capacidad de completar la imagen esencial con detalles típicos, significativos, reveladores. Se trata de rasgos que aparecen en todas las dimensiones de la creatividad, cualquiera que sea el campo al que se hace referencia. De igual manera, la elaboración suele medirse en lo gráfico porque aparecen detalles significativos.

      En el estilo literario, por la aparición de gran riqueza de verbos, acciones referidas a situaciones variadas, de adjetivos, epítetos, contraposición, por la marcha sorprendente de la idea. Visto así, se observan los detalles donde se invierte tiempo, energía e inspiración, y en donde el pensamiento creativo se manifiesta e forma concreta, convirtiéndose en acción y producto.

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